Dicen que somos meros electrones danzando entre los átomos... |
Hola, aquí de nuevo estamos en esta destartalada nave con las velas medio rotas y encallada en este viejo puerto del presente que como un rayo de luz se convierte en pasado porque el hoy es un instante de millonésimas y millonésimas de segundo y todo nuestro haber es un pasado que se nos escapa entre las manos como el agua que fluye en ese río o en este otro de la vida. Porque eso somos, instantes que se convierten en pasado mirando hacia un futuro donde nos espera un redoblar de insonoros tambores en la meseta del Cosmos. Y en este viaje, mi amor, tú me acompañas cogida del brazo, sentada junto a mí en el autobús o en ese tren repleto de viajeros, pues te llevo conmigo convertida en canción. Y así hemos subido a esta vieja nave donde nos sentaremos de nuevo junto a estos intrépidos marineros que despliegan melodías en medio de las turbulentas aguas del presente. Sí, con estos antiguos marineros, unidos por los lazos de esa antigua amistad, que poco a poco, va tejiendo la tela del cariño.
Dicen que somos meros electrones danzando entre los átomos, en un Cosmos donde predomina el vacío; pero en toda danza se expanden ondas por doquier, desplegando la partitura que poco a poco interpretan los electrones de la vida, los átomos que dan vida a las estrellas. Como decía Quevedo: “SÍ, somos polvo; pero polvo enamorado”. Y eso es lo que escapa entre las manos, la fuerza del amor rompiendo las murallas, a pesar de todos los jinetes que en las colinas llaman a la guerra.
Como ves, querida, al fin hemos llegado y estamos junto a ellos, para interpretar la partitura que tenemos encerrada en nuestras almas. Hemos llegado los últimos; pero a bordo se encuentra un pequeño grupo de corsarios –de ellos y ellas, pardiez- hablando amablemente de las cosas cotidianas, discurriendo entre la tropa un río de sonrisas, como suave brisa que avisa al marinero de un nuevo amanecer. El Capitán -Javier- nos hace callar con el movimiento pendular de una campana, que contiene todo navío que se precie, y siempre dispuesta a emitir ondas, invitándonos al recogimiento, para que suene de nuevo la música encerrada en las palabras.
- El próximo miércoles, vendrá a presentarnos su nuevo poemario el poeta Rafael Soler-nos dice Javier, para luego leernos un poema del libro, titulado: Para un retrato del que vive enfrente.
Es una original descripción de sí mismo, a través del espejo. Como ponerse en paz con el pasado. Reflexionar a través de la canción sobre uno mismo y pensar en lo que fue, que también es lo que es. Muy bello.
A continuación Cinta, siempre vestida de rosa en la mañana, nos sorprende con su multitud de registros y de temas. En esta ocasión, nos habla de Mahoma, de lo que se ha escrito de Mahoma.
- Esto es una introducción a lo que en los próximos días leeré -nos dijo. Y en estas, Omega elogia a Cinta, descargando su cariño sobre ella, al tiempo que el corazón de Cinta expresa música convertida en palabras entrecortadas.
- He estado estos días un poco fastidiada, en todos los aspectos.
Afortunadamente, siempre encontramos el remo que sigue impulsando a nuestra barca a navegar por los ríos de esta vida.
A continuación, Javier nos invita a escuchar un poema que nos ha mandado María Juristo, del que entresaco:
“ Si dijera
A la cima del silencio fui,
donde extraviado estás tú
…………………………………….
Tendría que volver a ser semilla
……………………………………………….
escuchar el galope de la noche
renacer…y dormir
en el crisol de los inviernos.”
Muy bien María, hago mío tu poema y le lanzo de nuevo a aquellos mares, envuelto en la botella de este náufrago para arribar a la playa de mi amada.
A continuación, Isabel Morrión nos dice que la presentación de su Antología poética del 5 de noviembre quedó suspendida porque el editor le entregó los libros el 7 de noviembre.
- No veáis el estrés. Tuve que suspender el acto. Para que te fíes.
El acto de presentación lo hará en la Casa de Castilla La Mancha el próximo 7 de enero. En esta antología hay muchas referencias a Miguel Hernández y a los poetas que le dedicaron hermosas palabras como Vicente Aleixandre y otros. Isabel, no podrá olvidarse de Miguel.
En el poema El jardín, despliega versos como
“Orgía de colores
…………………………
Sentimos el silencio
………………………….”
los sentimientos que surgen al describir el jardín con unos amigos. Un canto a la amistad.
Y entre medias estos versos dedicados a Miguel Hernández:
“siempre unida aquí estaré
……………………………..
No lo toquéis.
No podríais”
Muy bien, Isabel.
Terminó con la recitación de un poema sobre el mar, su mar, que tanto ama. Siempre Cantabria en tu alma.
A continuación José Antonio que con dificultades había conseguido subirse a bordo después de haberse caído al mar y esquivar la arremetida de un conjunto de tiburones incontrolados, muy serio y como si no hubiese pasado nada, nos dice:
-El libro está en la imprenta y la presentación será el 10 de diciembre
Se refiere a la Antología de este año del Grupo Rascamán, que sigue navegando por las sorpresivas aguas del Triángulo de Las Bermudas y que afortunadamente hemos conseguido sortear su voracidad varias veces ante la sorpresa de Elon Musk y otras aves rapaces.
Luego, mandando a hacer puñetas su oxidado sable, tomó unos papeles semiarrugados por el vaivén del ir de babor a estribor y demás aventuras en cubierta, nos leyó un poema del que entresaco los siguientes versos:
“Ay Matilde
……………………………..
Es absurdo lucubrar
sobre el tiempo de un abrazo.
………………………………………………
Me gusta abrazar a amigos
y amigas,
que no es cuestión de género:
es tan sólo por abrazar
por sabernos desde adentro”
Siempre tan ágil, cariñoso y burlón. Gracias, José Antonio, por la generosidad de tu sonrisa.
Envainó de nuevo el sable y cedió la palabra a Cinta como audaz corsario de estos mares.
Y ahí la tenemos, vestida de sirena, que nos va a sorprender con un pequeño relato, sacado de su inagotable imaginación, nacida de la fuente del sentimiento de la niñez; pero que nunca se desprende de nosotros.
Nos habla de una pequeña historia de una abuela y su nieta. Ésta, ya mayor, abre la puerta de aquella antigua casa con mucha dificultad, describiéndola mientras sus manos la acarician suavemente, llenándole de recuerdos infantiles.
-Cuánto le gustaba desconcertarme- se dijo.
Al abrir, encuentra otra puerta con un espejo; pero no tiene llave. Da golpes tratando de abrirla. Llena de rabia para y tras patalear se mueve una baldosa y, oh sorpresa, debajo está la llave. Llena de emoción, vuelven los recuerdos de su abuela y el afán de gastar bromas a su querida nieta.
Muy emocionante, Cinta. Mucho. Siempre se agradece encontrar el amor en los caminos de la vida, la dulzura que emerge del corazón en medio de las formidables tormentas que tratan de anegar nuestros jardines.
Sí, Maruja, seguro que te acuerdas de ella, cuando vino a Colmenar esta tripulación, pues hablasteis un poco llenando de cariño las palabras.
Tras finalizar, Omega, que estaba conectada con nosotros en remoto, nos dijo que no tenía nada que mostrarnos. Costaba mucho trabajo entenderla ya que hablaba a través del móvil. Está confinada en Alaquás por la nueva riada. Ya sabemos que fue una de las localidades más castigadas por La Dana. Por lo que veo, en este pueblo reside un núcleo muy numeroso de descendientes de emigrantes de Jerez de los Caballeros. Y ahí tenemos a esta chiquita, siempre desplegando su cariño desde tan lejos de nosotros, pero tan cerca de nuestro corazón. Un abrazo muy fuerte Omega. Que el amor te acompañe.
Y mientras tanto, los negacionistas del Cambio Climático, ocupando puestos clave, tratan de acallar a los activistas por un planeta respetado a pesar de todas las muertes causadas, mientras la catástrofe se cierne sobre nuestras cabezas, ante el clamor de multitudes que aplauden con auténtico frenesí a personajes tipo Trump.
Pero dejemos estos sucesos, y sigamos en nuestra fragata.
A continuación, Manuel, sigue leyéndonos capítulos sobre los patriotas franquistas y los avatares de Bernardo con su amante Sofía, continuando con las tertulias en el café donde se reúnen, llenando el ambiente de bravuconadas, chistes machistas y demás gestas heroicas, ante la atenta mirada del sacerdote de la tertulia.
Después, Rocío, apenas visible, porque en su timidez se había medio escondida en un viejo sillón recogido de los restos de un naufragio, nos leyó un relato basado en la foto, donde en un café unos cuantos personajes nos llaman la atención.
Y con la imaginación que la caracteriza, de cualquier pizca de las cosas cotidianas, nuestra creadora de relatos, es capaz de sacar diferentes historias. Es como un manantial interminable de donde emergen innumerables historias, ya sean tiernas como burlescas, o simplemente fantásticas. Siempre nos sorprenderá.
En esta ocasión nos presenta el diálogo interior de un camarero con los clientes, a través de un espejo en el que quedan reflejadas las parejas, acopladas en él según la empatía o la ruptura por medio del azar. Muy ingenioso.
Y en esta tertulia tuve la ocasión de escuchar a una adusta corsaria, Tina, recién llegada de los mares del Caribe, pues la recogimos de un naufragio por aquellos lares.
Nos envuelve con un bello relato sobre la foto del café: una ruptura de una pareja en la que una de ellas quiere seguir asido a su amor; pero la otra decide romper los lazos que les unen, pues en realidad no existe el amor. Sencillamente hubo una pasión volcánica que se apagó. Todo ello descrito con una belleza y rotundidad, que termina diciendo a su pareja:
- Confundiste el amor con la pasión.
Un placer Tina.
A continuación, León, luchando denodadamente con varios barriles que se habían atrevido a interponerse en su camino, por fin consiguió zafarse de tan molestos enemigos, y quitándose el sombrero saludó al graderío cual caballero medieval presto a deslumbrar a nuestras hábiles marineras contándonos sus gestas amorosas.
Y aquí, una muestra de los dos sonetos que nos recitó, tras enviar su espada hacia los cielos:
Oración del suicida
Beber el agua dulce del Leteo
…………………………………………
apaciguar el alma enloquecida
apagando su inútil devaneo.
……………………………………..
Que inunde la laguna del olvido
este seco desierto desabrido
…………………………………………..
Dejaré para siempre de estar triste
porque al final tendré por compañía
las horas que me dieron alegría.
Que te voy a decir querido amigo, sobre todo si aún no percibimos los horizontes del futuro. Con la pena y la alegría de la vida, transitamos por los caminos de la vida. Y al final, resurgir como mariposa entre las rosas.
Después nos leyó el siguiente poema, del que extraigo los siguientes versos.
La sirena y el león
Del mar nadando con su cola impar
se acercó, deliciosa, una sirena
…………………………………………..
que un león no dejaba de mirarla.
Ven hasta mí, rugió, vente, chiquilla
…………………………………………………………
Pero volviese al mar la sirenita
aunque estuviera un poco calentita
diciéndole al león, si garras tienes
en vez de manos, vete y entretienes
no a mujer pez, a dulce y fiel leona
mira que yo soy peleona
mas como en tierra no puedo me mover,
seguro que me ibas a comer.
Luego nuestra querida mexicanita, Carmen Padín, irrumpiendo a través de la pantalla del ordenador como si de maga se tratase -al menos nuestros antepasados de hace dos siglos así lo percibirán desde su espacio-tiempo- nos leyó unos párrafos en referencia a la foto del café:
“Imaginar tu recuerdo.
Pongo la servilleta en el cuenco para llenar tu vacío.”
Nada más ni nada menos.
Muy bien Carmencita, pero sentir el vacío es recordar la ausencia que dejaron aquellos que se fueron, es añorar lo que se fue, y tratar de abrir la puerta que nos lleve hasta ellos: un grito de aquel tambor que retumba en el horizonte, tratando de asirse a la orilla de aquel río.
Después con voz dulce, chiquitita, dejó que sus invisibles armónicos nos describiesen las aventuras sentimentales de un joven homosexual, que poco a poco va descubriéndose a sí mismo, describiéndonos sus enamoramientos con algunos protagonistas de las diversas películas en su adolescencia, en sus años de Universidad, tras independizarse de su abuelita.
Muy bien Carmen, muy bien.
Te deseo lo mejor en tu próximo viaje a La Argentina, y esquiva la motosierra de Milei y compañía.
Y hasta aquí, termino de contarte, querida, las desdichadas y alegres aventuras de esta tripulación diezmada, ya que varios de sus aguerridos componentes están en lances de amor o vaya Vd. a saber; lo mismo están buscando tesoros en islas ignoradas por la inteligencia artificial u otros componentes electrónicos. Pues que los de un calambre.
¿Y qué escribí yo? que voy a escribir mi amor, si siempre te llevo en los caminos del recuerdo, notando tu brazo entre mi brazo, sintiendo tu cara entre mis manos. Sí, alhaja.
Este poema es el último que te he escrito:
Empezar a ser alguien sin ti
un imposible:
por más que entre colinas
mi voz se eleve
en busca de tu luz.
Al final en un eco
me trasformo,
que golpea indestructibles
murallas cimentadas en el tiempo.
Entre valles de esperanza
mis manos en busca de las tuyas,
como atribulado ciego
que trata de encontrarte entre las sombras.
Mas a pesar de todos los muros
mis manos te siguen esperando
en la penumbra que
nuestros mundos separa.
Bailar entre tus hilos
y dejar que mi mirada
se funda con la tuya,
en una mañana pletórica de vida.
En una mañana
en que
remontemos el vuelo
hacia los cielos.
Porque soy tú,
y tú eres yo,
mi amada.
Por fin, nos vamos cogidos de la mano, perdidos en multitudes de viajeros, en este tren que nos lleva a nuestro pueblo, a nuestras calles y recuerdos, con el alma encogida entre las manos, y con la música que los viejos marineros dejaron en ese puerto destartalado y viejo, que llamamos Fígaro.
Con vuestras almas dentro de nosotros llegamos a casa, impregnados nuestros corazones de música y palabras. Gracias ilustres marineros y corsarias.
Muchas gracias compañeros del alma, compañeros.
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