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miércoles, 17 de diciembre de 2025

10ª Jornada/XIX año: Miércoles, 10 de diciembre de 2025

Un gato que no maullaba...


 

1. Tina Iglesias:



En la última tertulia un hijo quiso colgar a su padre por los pies, un poema japonés nos habló de la nostalgia-versus-notsukazi, por otra parte un gato resultó ser un extraterrestre, sin desmerecer una rinoplastia inesperada, gracias a un golpe con mala leche y alevosía, luego llegó el agua cargada de decires, y por medio, un jamón de pata <clase A> que todo el mundo quería, y para más inri, alguien se hizo camarada de las hormigas, mientras una prosa ponía ojitos a Beethoven, vamos, lo normal en un miércoles de lluvia…


Tina Iglesias
14 de diciembre de 2025



2. Esther González de la Cera:



Mercurio y algunas musas se complacieron con los rascamanes el pasado día 10: León,   con   música   barroca,   recordó   las   hazañas   del Doré, y con Javier aprendimos conceptos japoneses tan hermosos como shoganai (aceptación). Alberto nos leyó un relato de pura magia sobre el presunto final de la adolescencia, y María Juristo, profunda y concisa, nos llevó al pasado que vuelve. Juan Antonio recitó un poema casi sinfónico buscando la colectividad, y el señor Raña nos hizo algo más que sonreír con “Rinoplastia”, de lenguaje vivo, grandes visiones del jamón ibérico y fútbol, que ya sabemos que no es lo que parece. Carlos nos deleitó como camarada sensible y magistral de las hormigas, y Cinta, entre el blanco y el negro, nos mostró la preferencia por “las espigas que curan”. Manuel   contribuyó   con   su   “Desde   el   olvido”, preguntándose “cómo se abriga un corazón”, y Juan Manuel rememoró a la madre de las flores de la luz. David jugó con el número 20 hasta sobrecogernos con un asesinato machista, y Chema nos recordó, con “la vida es circular”, que es preciso regresar para continuar lo iniciado. Y desde un lugar remoto, Carlos Ceballos contribuyó con la inmolación de los románticos (pero sólo era un principio...). También apareció un gato extraterreste, pero de ésos que se quedan un rato, y ya. Encima, no maullaba.


Esther González de la Cera
15 de diciembre de 2025


3. Manuel Sánchez:



Breve historia de una tarde accidentada


Llegué con algo de retraso a la tertulia, y al igual que siempre, allí estaban los saludos y las sonrisas fraternas de las entrañables tardes de los miércoles.


Comenzó José León, con su añoranza del cine Doré y las hazañas que allí presenció. También, con la música barroca y la mágica escenografía de "Brillant Soleil", nuestro amigo León, clamaba para que, con todo ese resplandor, su vieja herida fuera al fin restañada.


Javier, a continuación, con nostalgia, nos deleitó con un poema sobre el monte Fuji. Acostumbrados a sus versos profundos, en esta ocasión nos elevó hasta las nieves que coronan la cima del monte sagrado de Japón. Está visto que Javier, con su poesía, va escalando cumbres más altas cada día.


Alberto, a quien siempre tenemos que escuchar con atención, porque no es de repetir, y, además, porque sus cuentos entrañan inauditos sobresaltos. Con "Casimiro y el caballo", donde el niño quería ayudar a su papá con sus problemas, escuchamos que "había algo distinto en el aire", y ya lo creo que lo había. Con un aire premonitorio, Alberto nos anticipaba en su relato lo que estaba a punto de suceder en nuestra sosegada tertulia, porque, no recuerdo en qué momento, la presencia iracunda de Jesús irrumpió de pronto y se abalanzó como un tigre sobre su presa. Nuestro querido compañero Juan Antonio, soportó con entereza el ataque, y tras unos violentos vapuleos verbales, la fiera volvió a su terreno. No sé si los efectos tardíos de la Super luna de la noche del cuatro de diciembre (la más cercana a la tierra), debió ser la causa de semejante alteración en algunas personas, pero está claro que de alguna manera sí llegó a afectarnos. Puedo comprender el enfado de Jesús, pero me cuesta más trabajo entender su desproporcionada actitud. El motivo fue que, Juan Antonio, al parecer, no era la primera vez que dejaba reposar su consumición, muy cerca de un aparato musical que allí había.


María, nuestra querida compañera, nos dijo la más sobrecogedora de todas las verdades: "...y veo al despertar cómo el día camina hacia la nada". Y nada más cierto que sus palabras, para recordarnos cuál es nuestro destino. Siempre es un placer escucharte, María.


Juan Antonio, en su musical intervención, que llevaba por título "Alegría sinfónica novena", nos reclamaba que "restauremos amores y alegrías, y así, de esa manera se hará entonces la luz". Nada más bello y difícil, eso de restaurar el amor, pero nuestro compañero es un romántico, y más, si escribe bajo la influencia de tan sublimes melodías; qué le vamos a hacer.


Juan Bautista Raña hizo acto de presencia. Con su voz poderosa nos ofreció un relato titulado "Rinoplastia". Un título tan feo como la nariz que se le quedó a una de las jugadoras, tras recibir el impacto de un balonazo durante el partido de solteras contra casadas donde todas estaban más pendientes del jamón que vendría después que del balón. Cuando finalizó el relato, entendí el por qué del título. 


Y en esto llegó Carlos, con sus misteriosos e inquietantes versos. "Camarada de las hormigas", es el título del poema que nos leyó. "Me hice camarada de las hormigas, las que saben que me van a acompañar en el altar del sueño infinito, donde la luna nos exigirá nuestra interminable noche". Una tarde más, Carlos no defraudó. Se ha instalado en el misterio y en la noche, y ahí ha construido su hogar.


Esther, la compañera que me dejó el papel para anotar nuestras intervenciones, no recordaba si la cosa empezó con las clases de japonés o con los cafés en el bar. El caso es que se encontró con un extraño gato, que no bebía agua ni leche. ¿Qué íbamos a hacer con el gato? se preguntaban. Hasta por fin, el felino, atento y astuto dijo: ¡Sayonara, baby!


Tras despedirnos del gato, Cinta, con su desbordante fantasía, nos regaló su poema titulado "Pizarra". En él nos dice que esa pizarra, "bien pudiera ser metáfora del barro, del lodo que construye las estatuas". "Vete, gris, no quiero tu pizarra. He roto ya el cántaro feliz. Se derrama la embriaguez. la generosidad no tiene cura". Este final dio paso a una constructiva y animada polémica, en la que Cinta meditó cambiarlo por otro más poético.


Tras Cinta llegó mi turno. Yo pretendía leer algún pasaje de la odisea "Ninguno de los suyos", pero tras comunicarles la publicación de mi poemario "Desde El Olvido", Javier me sugirió que, mejor leyera alguno de los poemas de dicho libro. Abrí las páginas al azar y apareció el poema titulado "El Tiempo". En él describo las diferentes atmósferas que reinaron en los puntos cardinales de mi ser. Desde los soles del sur, a las brumas del norte... en fin, toda una metáfora sobre el clima que impera muy dentro de nosotros.


David, a quien le tocó intervenir tras de mí, como no tenía nada preparado, le vino de perlas la antología de los veinte años de Rascaman, que todos teníamos sobre la mesa. En dicho libro, David Lerma logra crear un texto tan dramático como lírico, que, junto a los versos de Neruda y con Linda de la mano, va poco a poco in crescendo hasta llegar al terrible final "Ella ya nunca sería de otro, como antes lo fue de los besos de su verdugo", nos dice poco antes de terminar su relato. Un derroche de ingenio y trabajo. Gracias, David.


Tras la lectura de David, Carlos y yo tuvimos que abandonar la tertulia, por lo que pido disculpas si no pude escuchar a Ana Gonz, Juan Manuel, Jose María, Celia, Omega, Carlos Ceballos, y también a Tina y Amelia, que tuvieron que marcharse apremiadas por la hora. Y como colofón, antes de irnos, Carlos se acordó de la gorra con la que vino a la tertulia y que no aparecía por ningún lado. Y así estuvimos un rato, buscando por todos los rincones, mientras a más de uno nos venía a la memoria aquella vieja canción que decía "la manguera dónde está, dónde está la escalera...", pero en este caso, era una gorra, y al fin apareció.



Manuel Sánchez

16 de diciembre de 2025



4. David Lerma:


Empieza la cuenta atrás, otro año que agoniza, muere el primer cuarto del siglo, qué vértigo, aunque nosotros seguimos vivos. Catorce, León nos recita su poema Azañas del Doré, pura nostalgia entre plano y secuencia, y nos trae los ecos del Brillant Soleil, pieza sacada de la ópera Las indias Galantes, a través de la lectura de un soneto. Trece, Javier nos traslada al Lejano Oriente subidos a la nave de sus poemas japoneses, las hélices son las palabras Natsukashii (Nostalgia) y Kotodama (El alma de las palabras). Doce, Alberto nos relata la historia de Casemiro Caballo, su silencioso y soterrado y tal vez liberador deseo de asesinar al padre. Once, María Juristo nos regala los versos de dos poemas, entre ellos uno que hermosamente afirma “La manos que germinan soledades”. Diez, Juan Antonio vuelve a inundar de música la sala del Fígaro, gracias a sus referencias a la Sinfonía Novena. Nueve, Juan Bautista Raña nos narra un partido entre casadas y solteras, y dice aquello del quien no sepa jugar que se ponga de portera o delantera, que tan de pronto nos devuelve a nuestra niñez. Ocho, Carlos Castro nos lee el poema La mirada duplicada, en el que se declara rendido camarada de las hormigas. Siete, Esther González nos cuenta la peripecia del gato extraterrestre, en el seno de una familia estructurada en la que, por no faltar, no falta ni el tonto del bote de un cuñado. Seis, Cinta nos obsequia su poema Pizarra, para proclamar que la generosidad no tiene límites. Cinco, Manuel Sánchez nos presenta su poemario recién publicado Desde el olvido. Cuatro, David lee su relato 20 de junio, incluido en la antología colectiva Veinte años de la Tertulia Rascamán. Tres, de la antología es también el poema del mismo título que nos recita José María Herranz, y que dice cosas tan esclarecedoras como “buscamos la belleza en la escritura, como el minero el oro o los diamantes, para poder fulgir en el asombro”. Dos, Juan Manuel nos emociona a todos con un poema dedicado a su madre. Uno, Carlos Ceballos cierra la sesión con unos versos entre los que se cuela la versión jazzística del éxito inmortal de U2 But I still haven´t found what I´m looking for, interpretada por Eva Fernández. Así no llegamos a cero, porque en realidad Rascamán no termina nunca, y su cero es y será un trescientos sesenta y cinco, como inicio de un año literario, poético y narrativo, que nacerá repleto de retos y aprendizajes. ¡Empieza la nueva cuenta atrás!

David Lerma Martínez
16 de diciembre de 2025

sábado, 6 de diciembre de 2025

9ª Jornada/XIX año: Miércoles, 3 de diciembre de 2025

 

Laberinto


1. Carmen Padín:

Para aquellos que no lo escucharon, el café Fígaro esconde un laberinto por donde se cuelan las palabras. Quien entra no hallará la salida. Saldrá derrotado. Se salvará. Asegura el Boss. Y allá entra Chelo arrepentida y avergonzada de no buscar un huequecito en nuestras complicadas vidas para encontrarnos. No hay que esperar que el destino lo haga, advierte…pues como dice Jose Antonio el amor se ejerce cuerpo a cuerpo, día a día, soltar al viento, ad Infinitum…lo constata León quien  tiene un móvil lleno de sonetos, como mago de la pluma  saca dos y los suelta en el laberinto, el primero es fantasma de la Ópera y la música del tiempo y otro, digno de un  experto prestidigitador, aparece, de la nada, la Vía Láctea y su chorro de leche espacial, fantástico… Cinta lanza un poema sin permiso de Alberto, Líneas, teorema final de mil latidos, me parece encontrará a Teseo o al Minotauro, no lo sé, siguiendo la línea  de su corazón. Buena estrategia, Cinta. Ana, la nueva Ana, escribe, pinta y prueba otros territorios, bienvenida al laberinto… Mientras, Mateo lanza el esférico a la cancha, un pase original, divertido y hechura impecable de un futbolista que durante 20 años fue el mejor falso 9 de la historia. Anotó un gol en el laberinto… Alberto, bajo la que lame la última gota y bufanda al cuello cuenta la historia de Benita Benceno quien no quería compañía, de hablar suave, pero corrosivo. Cuando se percata de que su nueva compañera de cuarto es sorda y su veneno no tiene efecto, empieza a pensar como una naranja, sí, esas que pudren a las otras… De ahí que Ana Gonz se pregunte qué comer para evitar  esas medias naranjas cuando empiezan a pudrirse y los besos se tornan agrios. Salir de la mesa, le sugieren, por lo demás, sonreír, que el resto de la dieta son sólo proteínas… Y bien saben los cuerpos de Rocío la importancia de las proteínas para los cuerpos desmemoriados y para dar el ancho a la hora de encontrar un compinche y dar rienda suelta a las caricias en un día perfecto… no vaya a ser que llegue Juan Manuel en el 2973 cargado de androides, que no existan más cuerpos de carne y hueso para besar en la esquina del cuello y el hombro y nuestro destino sea la basura.  ¡Ayyy, no, por favor! Por suerte, en el siguiente poema, nos da una solución: viajar por el espacio/tiempo y destruir sin misericordia ese reloj colgado en la pared. Física dura y pura, recalca. ¡Me he perdido en el laberinto cibernético recordando a mi hermano mayor!  Sin embargo, Carlos Ceballos ha logrado acortar el tiempo de otra sesión y abrir un hueco para adentrarse y embellecer el laberinto… tanto se ha preñado la retama… la flor es la representación mínima de la belleza y otras imágenes que dejé sin escribir por el gusto de escucharlas…tiene razón Javier Díaz Gil, la palabra es carne y piel, es flecha, es lugar preciso de aire que hiere…


Nos despedimos, sin saber del todo, dónde nos llevará este curioso laberinto de los miércoles.




Carmen Padín

4 de diciembre de 2025



2. Chelo Santa Bárbara: 

DIEZ LÍNEAS CADA UNO


Empezamos entrando en el “Laberinto” de Javier y de la mano de José Antonio, subimos a esa “montaña rusa de ilusión que es el amor “y como dice León desde su Vía Láctea, “puede que sea verdad si no es mentira” y así lo demuestra Cinta con ese “teorema final de mil latidos”. Ana, la muy amiga de Cinta, ha venido de oyente y nos ha desvelado que le gusta pintar. Omega, para el próximo encuentro en su bello Alaquás ya está maquinando. Mateo airea la historia de un futbolista que fue famoso por no jugar ni un solo partido y Carmen, que tuvo un hermano, contagia emoción: es triste e injusta “la inevitable brevedad del ser”. Ana Gonz, se entretiene jugando con la fruta, simbólicamente y Alberto (que no repite) nos mantiene expectantes con esa “Benita” y sus malas artes para no compartir habitación. De la carta de amor de Rocío, la polémica surge en “los días perfectos” ¡vaya por dios! Y después, Juan Manuel, otra apuesta segura, que además de excelentes poemas ha traído bollitos porque el 8 es su cumple. A decir verdad, me hace ilusión que sea sagitario.Y por último, Carlos que cierra el acto de forma magistral. Quiero advertiros que, como escribe Javier, “Quien entra en el laberinto se salvará”.



 Chelo Santa Bárbara

5 de diciembre de 2025



3. Rocío Díaz Gómez:


Parafraseando la canción de Sabina, aquella tarde y sentados en corro, merendábamos versos y dulces de Colmenar. ¡Viva Juan Manuel que tiene ya más ganas de celebrar su cumple y la vida! Están riquísimos, me digo, mientras entro en calor acompañando uno de un descafeinado. La consigna de que toca escribir diez líneas de bitácora cada uno, me llega nada más sentarme, y con una sonrisa conspiratoria entiendo que el oficio de bitacorero no tuvo demasiados voluntarios. Como decía mi abuelo pagaremos "a escote" el empeño de dejar memoria de lo que vivimos. Y me parece lo justo.  

La tertulia del 3 de diciembre del 25 fue la de unos amigos que se sientan en torno a una mesa camilla a compartir. Poquitos pero con buen talante. Poquitos pero con mejor género de relatos y poemas. Una hornada de esos que te dejan muy buen sabor de boca. Dio tiempo a que leyéramos todos y con tranquilidad: León, José Antonio, Cinta, su amiga Ana que vino de oyente, Javier, AnaGonz, Chelo, Alberto, Juan Manuel y yo. Y al otro lado de la pantalla: Omega, Matteo, Carmen Padín y Carlos Ceballos. Un lujo de textos y compañeros. No quiero contaros, no se deben contar los poemas ni los relatos, porque les faltaría la música que cada uno les quiso otorgar cuando los inventó. ¿Y el ritmo? ¿Las imágenes? ¿Las figuras literarias? ¿Cómo cuentas el viento que baila entre las palabras? Pero fue una tertulia de esas que alimentan, que arropan, que te dejan calentito por dentro. No me pude resistir ante una segunda pasta, por Dios, Juan Manuel, qué requetebuenos están estos bollitos. ¿Y que más puede uno pedir para una tarde fría de otoño en este Madrid? 

"¡Buena semana Jesús, hasta el miércoles que viene!" "¿Vienes al metro o al tren? Al tren, respondo, llego antes a casa". A mi otra casa, pienso."

Rocío Díaz Gómez
5 de diciembre de 2025


4. Javier Díaz Gil:

 

El maestro perfumista que habita en el Fígaro tiene buena mano para elegir aromas y crear perfumes perfectos. Oculto en un rincón del café toma nota de los ingredientes de la fragancia a la que ya sabe cómo nombrará antes de finalizarla: rascamán. 

Toma, primero, esencia de laberinto de Javier, luego, un aire de destino de Chelo. Lo deja reposar un instante. Con una pinza, añade frágiles deseos de José Antonio. Le veo luego abrir dos frasquitos en los que pone León, uno, casi etéreo, del que extrae un pequeño fantasma de la Ópera y otro, níveo, que contiene leche blanquísima de Vía Láctea. 

Con un giro perfecto de muñeca, liga todos los componentes.

Pero hay más ingredientes. Porque del aire atrapa unas líneas de luz de Cinta. Luego, toma unos trazos de pintura de Ana y polvo del muro del castillo de Alaquás que le regaló Omega. De un sobre en el que está escrito el nombre de Matteo, extrae un 9 de leyenda. Y de una cajita de plata, con la punta del pincel recoge la mirada verde de gato de un caimán de Carmen Padín.

Con otro giro de muñeca vuelve a mezclar todo. El café empieza a poblarse de un aroma increíble.

Pero no ha terminado, porque me mira cómplice mientras destila dos gotas de naranja de Anagonz, una gota de veneno inocuo que le dio Alberto Ramos y otra gota, casi piel, de cuerpos que se aman de Rocío.

El último ingrediente secreto, luz de autómata relativa, que emana de Juan Manuel.

Antes de terminar la Tertulia, me entrega -y guardo como un tesoro-, una botellita de perfume que ha rotulado con un nombre, y un lema que le prestó Carlos Ceballos. Lo huelo y leo: "Rascamán: La flor, unidad minina de belleza".

Javier Díaz Gil
6 de diciembre de 2025



5. Cinta Guil Redondo:


Figaro nos acoge este miércoles frío, con el Madrid de todas la Navidades, vocinglero y relumbrante. 
Así que poco a poco el oasis de Rascamán se abre a nuestra llegada. Y están ya José Antonio, Javier, José León. Llegamos Ana, mi amiga y yo. Matteo, Carlos, Omega están también, pero en su cajas de cristal. Bellas Durmientes parlanchinas y generosas de palabras. Aparece Alberto y también, qué alegría,  Juan Manuel. Y cómo no, nuestra pega abrazos Chelo, que estaba en la puerta,  de los primeros, para estrujarnos con esa fuerza que nos encanta. 
Y así fueron desfilando por los caminos de la Palabra, el poema de José Antonio, ese del cariño que todo lo abarca, la leche de la diosa que dio paso a la Via Lactea, de José León. A  las naranjas de Alberto y las de Rocio, a los robots reencontrados, de Juan Antonio, al paseo de Carlos por una floresta inesperada, a los zocos marroquíes por los que ha transitado Javier.
Ana nos vuelve a hablar de las medias naranjas, Matteo saca su lado crítico, y Carmen aparece también desde Plasencia, con ese texto suyo que la emociona y nos emociona,  la semblanza de su hermano querido, y que partió demasiado pronto. En fin, intento, por mi parte reunir todos los puntos de una línea para formar un teorema final, ni península ni jaula, sino ardor. Nos despedimos, y el cariño parece sobrevolar por encima de todos, calorcito del bueno, antes de sumergirnos en este Madrid consumista y trepidante.
Cinta Guil Redondo
6 de diciembre de 2025

6. Matteo Barbato:
Acta casi notarial de la Tertulia Rascamán del 3 de diciembre del 25
En la ciudad de Madrid, bajo la jurisdicción del frío otoñal y con la bendición de los bollitos de Colmenar, se reunieron los insignes miembros de la Hermandad de la Mesa Camilla Rascamán.
La sesión comenzó con el solemne rito de sentarse en corro, que según los manuales de protocolo poético garantiza que nadie pueda esconder el tupper o los bollos.
Se constató la presencia de León, José Antonio, Cinta y su amiga Ana (que vino de oyente, como si fuera un inspector de Hacienda de las metáforas), Javier, Ana Gonz., Chelo, Alberto, Juan Manuel y un servidor. Al otro lado de la pantalla, Omega, Matteo, Carmen Padín y Carlos Ceballos, hologramas que parecían convocados por Zoom, pero con aura de oráculo.

El orden del día fue claro:
1. Comer bollitos;
2. Fingir que el descafeinado calienta;
3. Escribir diez líneas de bitácora, aunque nadie quería porque suena a oficio medieval, justo entre verdugo y pregonero.
4. Aplaudir los poemas sin contarlos, porque contarlos sería como pesar el viento o medir la ironía con regla de carpintero.

Los textos fueron tan amenos que el viento pidió un bis. Los relatos se paseaban por la mesa como pavos reales, y los poemas se subían a la lámpara para hacer piruetas. La tertulia dejó a todos “calentitos por dentro”, lo cual en términos literarios equivale a haber ingerido una estrofa con relleno de crema pastelera.
Se aprobó por unanimidad que Juan Manuel merece canonización y que la próxima tertulia deberá incluir un himno oficial, preferiblemente con maracas y rima consonante.
La sesión se cerró con la pregunta ritual: “¿Vienes al metro o al tren?”. El tren ganó por mayoría absoluta, demostrando que incluso los poetas saben que la vida es corta y los transbordos, largos.

En Madrid a 7 de diciembre de 2025,
Firmado y sellado

Matteo Barbato
7 de diciembre de 2025





lunes, 1 de diciembre de 2025

8ª Jornada/XIX año: Miércoles, 26 de noviembre de 2025

Estas cuatro letras...

 


A mis muy ilustres compañeros

Estas cuatro letras son para poner en vuestro conocimiento que habiendo asistido a la nunca y suficientemente bien ponderada tertulia de los miércoles en el distinguido local Fígaro, tras un tiempo retirada por motivo ajenos a mi voluntad vuelvo con nueva ilusión para recoger lo que me corresponde por derecho, que no es otra cosa que mi corazón que os lo dejé en prenda, aunque sé de buena tinta que os lo habéis apropiado sin previo aviso y ya no lo voy a recuperar.

Creo que he caído en las garras de esa tribu que campa a sus anchas con el mayor descaro y sin ningún remordimiento por el mundo de la narrativa y la poesía.

Al igual que Campanilla, la gran amiga de Peter Pan, en ese antro clandestino se suaviza un poco la sinrazón del mundo con las poderosas armas de las palabras, ella arreglaba teteras que también tenía su sentido, y adormecéis al monstruo que acecha día a día, haciendo que la vida sea más amable.

Comenzaré por dar algunas pinceladas en la tarde del 26 de noviembre.

Esther, con un grupo de mujeres solitarias en un mar de arbustos, fue en busca de la estrella del sur.

Morate, al igual que hizo Virgilio Piñeiro, gran poeta cubano invita la palabra para dar luz a las tinieblas, haciendo que la poesía viaje por el cuerpo, y además afirma con razones incontestables, que Dios no existe o se hace el sordo.

Alberto, con su Arturito Argüelles, que lleva hasta el final las enseñanzas de su abuelo, hasta el extremo de morir con honor bajo la lluvia antes que abandonar su puesto.

Cinta, su tierna historia empieza con Érase una vez, un enterrador jubilado que volcó sus fantasías en un puñadito de piedras, unas sirenas y una legión de peces equilibristas.

María, que nos habla de un limonero, y una noche que alcanzó las sombras entre la raíz del recuerdo.

También nos habla de la soledad de una mujer que prefiere tomar el té con su asesino con tal de estar por unos instantes acompañada.

Javier, nos cuenta que el mar estaba antes, y que decenas de cigüeñas vuelan en un aleteo de sombras que se vuelve espuma .

Manuel, nos cuenta como un muchacho llamado Gabriel, se enfrenta al mal para ayudar a un hombre considerado diferente por su color y procedencia; había prometido a alguien muy querido no meterse en líos, pero su integridad moral le hizo faltar a su palabra.

Chelo, nos hace ver la hartura de alguien que lleva a sus espaldas unos cuantos velatorios, ni uno más, se dice a si mismo, solo asistirá al último que casualmente será el suyo.

Matteo, nos cuenta que para burlar la muerte hay que entender la vida como un producto de consumo, inquietante reflexión que sin lugar da que pensar, convertir la vida en lugar de reposo a través de la filosofía de la inercia.

Rocío, un hombre de interior que como se puede adivinar solo está a gusto en su propio universo, en este caso un cuarto de baño donde transcurre su mundo sin que nadie más tenga cabida en él, no porque lo impida si no por la incomprensión de los demás.

Y una servidora a la que llaman Tina, que como habréis podido comprobar le gustan las cartas antiguas, esas de papel de carta, sobre y sello, que os cuenta la historia de una niña cuya ave plateada, es decir la inacción social que la deja a su suerte, en uno de esos lugares donde la mujer es un mero accidente, pero necesario para depositar sobre ella las frustraciones y maldades, basadas en cueles costumbres ancestrales como pueda ser el forzado matrimonio infantil

Con mi más cordial afecto

Me despido Atte.

Tina Iglesias García.


Tina Iglesias

27 de noviembre de 2025.

jueves, 27 de noviembre de 2025

7ª Jornada/XIX año: Miércoles, 19 de noviembre de 2025

Homenaje de los rascamanes a Javier Díaz Gil
5 de noviembre de 2025



Han pasado dos semanas desde la última tertulia en el Fígaro.

El miércoles pasado descansamos porque he estado de viaje en Marruecos. Y la semana anterior, porque la entrevista de Juan Calderón en la televisión extremeña en la Casa de Vacas no fue tal. Claro, qué queréis que os explique si todos lo sabíais menos yo. 😊

Lo que celebramos el miércoles, 5 de noviembre, en la Casa de Vacas fue un homenaje que me organizaron mis queridos rascamanes y que no olvidaré jamás. Recibí tanto cariño y fueron tantas las sorpresas, las de los que estaban presentes en el público acompañándome, amigos, familia... Los antiguos compañeros de Tertulia recuperados para este día por vosotros. Y la sorpresa continua de lo que iba sucediendo en el escenario: la introducción de Rocío, Lunindio, Juan Raña presentando, Alberto y David de dúo cómico, las canciones de José Luis y de Piluca, Andrés al piano, las entregas de premios, Carmen Padín con su máscara y su cuchillo... Y tantas cosas que quedan por enumerar... Eché mucho de menos a Juan Calderón,  que por culpa de una caída no pudo estar en el acto y sé que es el alma de todo esto. Gracias, Juan Calderón, y gracias a todos por este día tan maravilloso, por la placa y las flores y el libro tan lleno de cariño y las palabras de tantos rascamanes a los que habéis ido localizando con paciencia...

Desde mayo llevabais preparándolo. Y yo, ni idea, Qué bien lo habéis hecho.

Os quiero.

Aquí dejo el enlace al vídeo completo del homenaje por si os apetece verlo o recordarlo.


Y aún, sumido en la emoción, retomamos Tertulia hoy en el Fígaro, con unas galletitas encima de la mesa de queso y almendras traídas de Marruecos.

Toca reunirse en la parte de fuera porque Jesús está montando una nueva exposición.

A esta tertulia de hoy acuden Juan Antonio, José Antonio, Chelo, Carmen Cañadas (en su ventana del Zoom), Javier, Alberto Ramos, Carlos Castro, Manuel, David, Anagonz, Rocío, Juan Manuel, María Jesús Briones, Juan B. Raña, Juan Pulgar (en el zoom), Paloma Sánchez y Matteo (en el zoom).

Lee el primero, Juan Antonio, "Tiempos literarios". Texto recogido en nuestro próximo libro de la tertulia, "Veinte años", que aparecerá en diciembre. Veinte años ha cumplido Rascamán... Sientes al otro un ser complementario... Tu futuro ya es eterno.

José Antonio trae un poema de amor, siempre necesario. Busco amor, me dijiste por whatsapp, Matilde... Quiero ver a qué sabemos. José Antonio nos deja la sonrisa en los labios.

Chelo sigue sin escribir y dice que estos días se ha acordado mucho de mi madre, de lo que debió sentir el día del homenaje. Y tiene razón, vivió ese momento con mucha emoción y orgullo.

Javier, mi turno, traigo poemas escritos en Marruecos. Leo "Gatos" y "Oued". Este último dedicado a Chelo. Pronto sobre ti / germinará el verbo.

Carmen Cañadas ha escrito sobre la foto que envié del abuelo y el niño. "Narciso desengañado". Sonríe, deja ese mohín de desconfianza. Despójate de tu carne tierna, Narciso desengañado... Llegará el día en que te hartes de ti mismo y te diluyas en todo lo demás.

Alberto Ramos duda si leer o no leer. Finalmente saca un folio con un microtequiero, "Martini". La noche olía a confidencia... Una cicatriz... He preguntado que si me quieres...
Quizá el que haya entrado y salido gente del Fígaro nos ha despistado un momento y no hemos entendido el micro los que estábamos en el café, pero Matteo, desde el zoom, dice que le ha gustado mucho y que lo ha entendido. Matteo, aislado en el zoom, se acaba de convertir, lo dice Rocío, en el nuevo mejor amigo de Alberto.

Carlos Castro está superando su miedo a leer en público y nos regala la lectura de un poema de su último libro, "La mujer en sombra". Su cabello del color de la tormenta... Le comentamos la presencia de algunas asonancias que aparecen ojos/despojos, carbón/corazón... Dice que lo había hecho a propósito buscando la rima, pero le aconsejamos que lo evite cuando no está rimando completo el poema.

Manuel regresa a su novela "Ninguno de los suyos", Asha es retenida en Libia. Leo yo el texto, Manuel está un poco acatarrado y tiene la voz medio afónica.

David no trae nada, pero recordamos su actuación junto a Alberto en el homenaje. Hemos descubierto un nuevo dúo de humor. 

Anagonz nos recuerda que mañana, 20 de noviembre, se cumplen 50 años de la muerte de Franco. Sobre eso ha escrito su texto. Había golpes, ruido seco... sufrir, siempre sufrir... demasiado cerca, demasiado cercados... La dictadura vuelve sucias las sábanas.

Rocío nos lee un relato, "Mamá escribía cuentos azules", basado en una de las fotos que envié donde se ve un escritorio y una ventana. Después de los gritos y los portazos nos vencía el silencio... Los cuadernos siempre tenían las tapas azules. Recuerdos... y de esta casa.

Juan Manuel nos dice que ha cogido un papel con un texto suyo antiguo y lo ha traído. Tiene que ver con esta efeméride de Franco. "6 de diciembre". Casi estas fechas, afirma.
Calles llenas de gritos, esperpénticas sombras espeluznantes... La muchedumbre huyendo de los caballos blancos... Apenas quedan labios en la noche... De lo mejor que hemos escuchado hoy en la Tertulia. Qué buen ritmo, y qué imágenes tan estupendas. Qué estupenda descripción.

María Jesús Briones es nuestra oficial cincuentera. Especialista en escribir cuentos de 50 palabras. Lee "El viaje". De la oscuridad uterina... al campo fertilizado con abono humano. Y un segundo cuento, "Ancianolandia". Estaba poblada por abuelos y nietos... Se satisfacían sin reproducirse. María Jesús tiene la habilidad de dejarnos impactados.

Juan B. Raña también ha escrito sobre la foto del anciano y el niño. "El desfile ajeno". Era el día de la libertad y el abuelo iba a llevar al niño... No hables con nadie, no te muevas... Esa es la libertad... Libre de hacer lo que yo diga... La libertad no se regala, se permite. Gran relato, Raña, nos ha encantado.

A Juan Pulgar lo perdemos en el Zoom porque estaba esperando en la consulta del dentista y tuvo que marcharse.

Paloma Sánchez trae una "Paloma mensajera". El viento olía a sangre seca, a la amarga verdad, la llaman muerte... Soltó el tubo sobre la mano del soldado... Empezó a llover como si el cielo protestara.

Nuestro último rascamán es Matteo, pero decide no leer porque ya es tarde y prefiere hacerlo otro día. Nos ha anunciado el presupuesto que tenemos para los libros, está ya la maqueta lista y se enviará pronto a  la imprenta. En diciembre lo tendremos en nuestras manos. Gracias, Matteo, por el buen trabajo.

En la mesa apenas queda alguna galletita marroquí y los vasos, tazas y cervezas ya vacíos. En la sala de dentro están terminando de colgar los cuadros y está entrando gente a ver la exposición. Nos despedimos hasta el próximo miércoles. 

Sigue en mí la emoción vivida el día 5 en el homenaje.


Javier Díaz Gil
27 de noviembre de 2025