Fue una oportunidad única contar con la presencia de Pablo aprovechando su viaje a España.
En el encuentro estuvo también Alberto Gómez Font, filólogo y responsable del departamento de español urgente de la agencia EFE y dos compañeros historiadores salvadoreños de Pablo.
Estoy muy contento.
El encuentro resultó estupendo.
Pablo nos habló de la figura de Roque Dalton, de su biografía y obra, de su muerte asesinado por sus propios compañeros de partido.
Leyó la poesía de Dalton y Pablo leyó también sus propios poemas.
Charlamos sobre el uso del lenguaje con Alberto Gómez Font, y de historia con los compañeros historiadores.
Fue una tertulia especial en la que nos juntamos más de 20 personas.
Un éxito.
Pude comprobar que los asistentes disfrutaron de la velada tanto como yo lo hice.
Os agradezco desde aquí vuestra buena compañía, el esfuerzo de juntarnos un lunes hasta esas horas de la noche. Empezamos a las 21.30 y terminamos cerca de las doce de la noche.
Os dejo aquí unos textos de Pablo Benítez y luego unos de Roque Dalton para que los recordéis:
PABLO BENÍTEZ:
Travesía de las bestias
Se sabe que en las zonas secretas de las tierras cálidas habita una bestia telúrica muy parecida al buey que veneran los sabios orientales.
Su aspecto no causa a los hombres aversión o temor. Sus movimientos son sosegados y bondadosos. Su voz profunda y carrasposa es agradable a los sentidos, pero sus cuernos como de carnero son letales si su furia crece.
Se rige por la disciplina de los astros, como nuestros padres lejanos, y, como el eliphio, solo se aparea al amparo de la mandrágora y en dirección al Edén perdido.
Hay que ser prudente al acercarse a la bestia, su corazón es amplio, pero la perdición y el vicio le acompañan.
Entre los pastores, dos años antes de la debacle, el profeta ha dicho: "Este mundo es semejante a las regiones ocultas donde moran las bestias, cada uno debe conservar su prole".
Nuestras muertes
(Todas)
(Fragmento)
1.
en estas calles
hay algo
un tufo insoportable
un tufo que se pudre
un tufo que lacera
un tufo quizá
a degollado
a ojo sordo
a perro quemado
a grito
a pie sin paz
a no sabemos quién lo mató
a no encontramos el cadáver
a no volvió
a sangre negra muerta
a oscuro
a no lo sé
un tufo insoportable
en estas calles
quizá
..........
ROQUE DALTON
Roque Dalton nace el 14 de mayo de 1935 en San Salvador, El Salvador. Estudia derecho y antropología en las Universidades de El Salvador, Chile y México. Desde muy joven se dedica al periodismo y a la literatura, obteniendo diversos galardones en certámenes nacionales y centroamericanos. Publica sus primeros poemas en la revista Hoja (Amigos de la Cultura, San Salvador, 1956) y en Diario Latino de la misma ciudad.
Por su militancia política, sufre cárceles y destierros. Vive emigrado en Guatemala, México, Cuba, Checoslovaquia, Corea, Vietnam del Norte y otros países. Muere asesinado por sus propios compañeros el 10 de mayo de 1975.
Roque publicó una vasta obra poética: Mía junto a los pájaros (San Salvador, 1957), ...La Ventana en el rostro (México, 1961), El Mar (La Habana, 1962), El turno del ofendido (La Habana, 1962) Los Testimonios (La Habana 1964), Poemas (Antología, San Salvador, 1968), Taberna y otros lugares (Premio Casa de las Américas, Cuba) (La Habana 1969), Los pequeños Infiernos (Barcelona 1970).
Entre sus ensayos se encuentran César Vallejo (La Habana 1963), El intelectual y la sociedad (1969), ¿Revolución en la revolución? y la crítica de la derecha (La Habana 1970). Miguel Mármol y los sucesos de 1932 en El Salvador (1972) y Las historias prohibidas del pulgarcito (México, 1974).
Póstumamente se publica su novela Pobrecito Poeta que era yo (1981) y las obras poéticas: Los Hongos, Un libro levemente odioso (1989) y Contra ataque.
Algunos poemas de Roque Dalton
LOS LOCOS
A los locos no nos quedan bien los nombres.Los demás seres llevan sus nombres como vestidos nuevos, los balbucean al fundar amigos, los hacen imprimir en tarjetitas blancas que luego van de mano en mano con la alegría de las cosas simples. Y qué alegría muestran los Alfredos, los Antonios, los pobres Juanes y los taciturnos Sergios, los Alejandros con olor a mar! Todos extienden, desde la misma garganta con que cantan sus nombres envidiables como banderas bélicas, tus nombres que se quedan en la tierra sonando aunque ellos con sus huesos se vayan a la sombra. Pero los locos, ay señor, los locos que de tanto olvidar nos asfixiamos, los pobres locos que hasta la risa confundimos
y a quienes la alegría se nos llena de lágrimas, cómo vamos a andar con los nombres a rastras, cuidándolos, puliéndolos como mínimos animales de plata, viendo con estos ojos que ni el sueño somete que no se pierdan entre el polvo que nos halaga y odia? Los locos no podemos anhelar que nos nombren pero también lo olvidaremos… |
.........
POEMA DE AMOR
Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como "silver roll" y no como "gold roll"),
los que repararon la flota del Pacifico
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño")
las que llenaron los bares y burdeles
de todos los puertos y capitales de la zona
("La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland")
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la pagina roja,
los que nunca sabe nadie de donde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión a la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraron borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacifico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco mas de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes mas tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.
(Las Historias Prohibidas del Pulgarcito)
Javier Díaz Gil
19 de mayo de 2009
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