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jueves, 31 de octubre de 2013

7ª Jornada/VII año: Miércoles, 23 de octubre de 2013


1. Bitácora distinta (por Mª Antonia Copado)


          NOCHE TENEBROSA

Llovía copioso aquella noche.
Las calles encharcadas alumbraban los rincones de una manera especial.
La  luna henchida de placer bañaba con  tonos calcáreos las losas de las dormidas aceras.

De aquel lóbrego bar salía una pareja.
Eran muy jóvenes.

El, hermoso como un efebo, fuerte, atractivo y unos ojos rutilantes, verdes de áspid.

Ella preciosa, seductora como una trampa.
Las manos de un matiz blanco de luna, largo y uñas afiladas garras de alimoche.  

Un silencio  sepulcral inundaba el ambiente, de eso se trataba, de cadáveres, todos destrozados por una fuerza demoníaca, los cuerpos sanguinolentos,  las caras devoradas, genitales esparcidos por el lóbrego salón.

Del hombre que tocaba el piano asomaban unas cuencas vacías de unos ojos que lloraban resbalando ensangrentadas por las teclas taciturnas del piano.            

Allí estaban ellos, mutilados todos.

La apremió el joven ¡Vamos!  

La noche desaparecía y una luz ocre como detritus de llagas purulentas inundaba la  escena

Ella y él se unieron de una forma desesperada y y desaparecieron.


Pero quedaba yo….        



María Antonia Copado
27 de octubre de 2013










1. Coda (por Javier Díaz Gil)

Para los no presentes en la Tertulia de hoy, añadiré algunos datos prácticos que completen el poema de Mª Antonia que, a modo de bitácora distinta, ha glosado nuestro encuentro.

Y así diré, que como habitantes de esos versos se hallan la propia Mª Antonia Copado, José León Cano, José María Herranz, Javier Díaz, Federico Monroy, Cinta Rosa Guil, Rocío Díaz, Paco Fenoy, Alberto Torres, Carlos Ceballos, Alma Pagés, Ana González, Paloma Hidalgo y Mª Jesús Briones.

Y que León nos leyó el poema "La música del Titanic", de su libro "La inteligencia azul de los delfines". Que Jose Mª leyó su poema "El silencio", y Fede nos habló de una mujer con su bolso revuelto y unos ojos que nos miran.

Que Cinta nos dejó, en el doble sentido, "Pensando" y Rocío, "un montón de zapatos usados".

Que Paco Fenoy nos descubrió que su apellido viene de la palabra "hinojo" y nos leyó un poema erótico titulado "Zulima".
Que Carlos Ceballos y Alma nos deleitaron con sus versos y sus comentarios siempre ten certeros.
Que, finalmente, Mª Jesús nos leyó un texto dramático (para que también pensáramos) titulado "Pepe's".

Y que, por último, decidimos que el miércoles siguiente, 30 de octubre, haríamos una Tertulia erótica.

Y no me olvido de Mª Antonia que nos emociona ahora recordando que:

Llovía copioso aquella noche.Las calles encharcadas alumbraban los rincones de una manera especial....
Javier Díaz Gil
31 de octubre de 2013

lunes, 28 de octubre de 2013

6ª Jornada/VII año: Miércoles, 16 de octubre de 2013



For here 

Am I sitting in a tin cadan 
Far above the world 
Planet earth is blue 
And theres nothing I can do

SPACE ODDITY. David Bowie. 

BITÁCORA DISTÓPICA DEL 16 DE OCTUBRE DE 2013

Hace meses que perdimos contacto con el planeta. Apenas nos queda combustible ya y en la nave Ruizinante el oxígeno se ha vuelto fuego. La última comunicación con la Tierra puso en evidencia la falta de sintonía con nuestra especie, dominada por extraños dioses a los que adora, presa de un insólito lenguaje.

-¡¡¡Z$z=xrr#·€!!!- nos ordenaron desde el Centro Terrestre de Operaciones.

-Pero, ¿qué coño están diciendo?-respondimos nosotros, casi al unísono.

Fue verdaderamente decepcionante. Mis compañeros astroliteratos y yo decidimos entonces reunirnos con carácter de urgencia. El aislamiento prolongado debido a las largas semanas de encierro había hecho nacer en nosotros el lógico temor a incurrir en redundancia o endogamia o canibalismo, o en las tres cosas a la vez. En el horizonte, una excursión literario-festiva por los montes de Cercedilla (9 de noviembre), una lectura (o dos), allá por el mes de febrero, y una nueva exposición de Poesario: Huesos y literatura, a celebrar en la localidad de Colmenar Viejo.

¿Regresaríamos a tiempo?, nos preguntábamos. O mejor: ¿Regresaríamos?    

La reunión urgente se inaugura con la lectura de la astrorelatista Rocío. En ella, Rocío recuerda a una astropoeta de ojos oscuros, labios rojos, jersey de ganchillo, que iba y venía sin reloj, que te llamaba porque quería un libro para dejárselo a otra persona, y que nunca domesticó a la tristeza. Su nombre era (es) Sagrario, y no debe de andar muy lejos: ella es ya una estrella más en el orbe, la más incandescente de todas en este manto eterno cosido a constelaciones, asteroides y cometas que nos arropa.

Tras Rocío, toma la palabra el astropoeta Aureliano, quien lee por soleares las idem compuestas en honor a  La niña de los Tres Olivos. Después, su tono de voz se torna más sombrío: Huelo sin duda a sangre / y a batalla perdida frente al tiempo . Sombrío y ¿acaso agorero?

El astropoeta Paco Fenoy interviene para levantar la moral de la tropa. Para ello, nos recomienda el poema bufo La Doncella, de Voltaire, y pasa a recitar uno de cosecha propia; bufo, sí, avisa, pero también romántico: Noches cerradas de lascivias / me limpiaron de sangre y hueso. Algún astroliterato comenta que el falo es el eje de su poema.

-El falo es el eje de todo-replica otro.
-¡Es el eje!-sentencia un tercero.

En este punto, y por si cupiese alguna duda, queda constancia escrita de lo perdidos que mis compañeros astropoetas y yo estamos en el Universo.

Juan Antonio es el cuarto astropoeta en intervenir de urgencia. Su poema no puede venir más a cuento: Estrellas, se titula, y se inspira en una vieja canción de los Bee Gees, fechada en el año 1967: To love somebodyPara amar así a alguien -recita Juan Antonio- necesitas los abrazos / darle presteza a las alasPara amar hoy en día a alguien, reflexiona un servidor, hace falta ser un poco astronauta. 

Seguidamente, Isabel Morión nos habla de su recital en la Casa de La Rioja, en los tiempos en que aún pisaba tierra firme, y de su amistad con el poeta Carlos Edmundo de Ory. Antes de terminar nos deja unas perlas: Los dos hijos que amamos / se merecen que les demos / el oro que nos queda…”  

De pronto, estalla un ruido en la cabina. La nave Ruizinante atraviesa una nube de desperdicios, esquiva antenas, choca contra baterías de teléfono móvil, roza satélites rotos a pedazos y estaciones meteorológicas que ululan como brujas en aquelarre alrededor de lunas; toda la chatarra cósmica que nuestra especie ha sido capaz de generar a lo largo de siglos de errores históricos desde aquel infausto día en que Caín mató a Abel. En el interior, en cambio, y pese a las turbulencias, prosigue la asamblea: estos ingenieros de la palabra y el verso son entusiastas por derecho y no se detienen ante nada. Ni siquiera ante la mierda sideral.

La nueva alocución corre a cargo de Paloma Hidalgo. Esta reconocida astromicrorrelatista nos cuenta una historia que transcurre en un avión que acaba de atravesar una capa de nubes, y cuyo interior se ilumina bajo un baño de sol radiante. De nuevo, realidad y ficción se funden en una, literatura de altura y aeronáutica. Será porque quien lee, vuela.

Celeste, que eligió el nombre en recuerdo de nuestro Cielo cuando era de ese color, entona un poema que da pie a la reflexión siempre lúcida de Carlos Ceballos: todo adjetivo, proclama quien sísabe -y mucho-, debe aportar algo nuevo al texto. Si no, ha de ser desterrado, propulsado hacia la atmósfera exterior. A continuación, el instructor de aspirantes a astropoetas, D. José León Cano, refiere la fantástica historia protagonizada por su hijo, al que una herida en un brazo se le transformó en nombre. Su nombre. Luego, recita de memoria los versos que componen uno de sus haikus estratosféricos: Pétalos vuelan / de la rosa desnuda / besan la tierraEse beso, nos interrogamos, ¿será el final deseado para nuestra gran odisea?

Antes de que le llegue el turno, el astropoeta Carlos Ceballos nos deja una nueva muestra de su lucidez reflexiva: es en el cuarto de baño, afirma, y apretando, donde surgen las mejores ideas, quizás porque ahí uno tiende a exprimirse o porque está más cerca de Dios, como lo estamos ahora nosotros en el espacio. La cosa se pone más oscura cuando lee un poema con el que Carlos sugiere la idea del suicidio o la inmolación colectivas para que sea posible otra Edad Dorada / como hace quince mil años, donde / a veces, las bestias destripan a los hijos / y a veces, en los partos mueren nuestras mujeres

Después de Carlos, la astropoeta Amelia Peco, metida a ratos a astropintora, declama sus versos: Me he pasado la vida caminando entre túneles / He masticado la ceniza en mi boca / y he vuelto a renacer.  Su siguiente poema nos sobrecoge a todos : En ocasiones veo seres humanos…”¿Dóooondeee?, nos extrañamos. Como nos hemos quedado con ganas de más, le exigimos que siga: Arráncate los ojos para que no me veas ponerte sobre la mesa tu comida. Amelia nos ha obsequiado con un genuino viaje poético de camino hasta la próxima estación: Maria Jesús Briones. La astrodramaturga Briones nos premia con varios Anuncios Breves: Tres: Vino joven: necesito una copa. Dos: Nostalgia: comíamos. Uno: Peter no pudo crecer sin pan.¡Cero!: Era una mujer tan dulce que todos la lamían...            

Fin de la cuenta atrás. Sin previo aviso, el comandante Javier Díaz abandona el puesto que ocupa y se acerca a una ventana. Allí, nos alienta a seguir sus pasos: Venid, astropoetas, propone. Asomaos. ¿Verdad que es precioso?
Nuestros ojos contemplan rendidos la hermosa estela blanca que divide en dos el firmamento.
Verdad. Es la Vía Láctea.  

Celeste, Paloma Hidalgo, Juan Antonio, David, Javier, Rocío, Aureliano, Paco Fenoy, Isabel Morión, José León, Alberto, Carlos Ceballos, Ana González, Amelia Peco, Mª Jesús Briones; los últimos astroliteratos de una especie en peligro de extinción, admiran la estampa a través del cristal y emiten su último, agónico S.O.S: ¿Puede oírnos, Major Tom? ¿Alguien puede oírnos?
Desde el otro lado, desde todos los lados, nadie responde.
Nuestra señal se pierde en el infinito.

Mis compañeros astropoetas y yo nos disponemos a hibernar en las cápsulas hasta otros días mejores que traerán otros tiempos más propicios. Antes, movido por no sé qué impulso, me levanto y declaro, a modo de despedida: ¿Sabéis qué?, que no se está tan mal aquí dentro, en esta nave destartalada que vuela entre sistemas solares y galaxias remotas, a billones de kilómetros de toda incivilización, siguiendo por fin un único rumbo fijo: el de alejarse del mundo del que partimos y que todavía hoy, confuso, gira y gira en torno a sí mismo, orbitando ingrávido a la deriva.
Dentro de unos cuantos años luz, ¿alguien podrá escucharnos?


David Lerma Martínez
26 de octubre de 2013

martes, 15 de octubre de 2013

5ª Jornada/VII año: Miércoles, 9 de octubre de 2013


Homo sapiens literariensis...

Rascamán es la tribu elegida por siete u ocho individuos que se acercan hasta la caverna del Ruíz en una tarde de octubre. Los homo sapiens literariensis se desplazan donde saben hay mayores oportunidades de encontrar lo necesario para sobrevivir, poemas o relatos por cazar, frases que pescar, o donde saben que es temporada de recolección de frutos con letras y otras lecturas que forman parte de su dieta cultural.
Los siete u ocho individuos de la especie literariensis son pocos para los que acostumbran a reunirse en torno a tres piedras preparadas en línea, adornadas de hojas de servilletas y raíces de patatas fritas. Pero serán muchos a la hora de tertuliar.
Porque si algo harán esa tarde es hacer fuegos de palabras para calentarse. Fuegos ardientes de sexo. Fuegos tibios de lecturas.
Por orden de llegada allí están sentados: Rocío Díaz, José Mª Herranz, María Antonia Copado, Juan Antonio Arroyo, Paco Fenoy, Alberto Torres, Carlos Ceballos, Alma Pagés, Amelia Peco y Mª Jesús Briones. Ocho ejemplares homo sapiens literariensis.
Hay también en la caverna una pared a estrenar donde se va plasmando (porque quizás aún no haya llegado la escritura) esta bitácora apretada de palabras Esta bitácora anudada de las conversaciones que aquellos homo rascamanes van cincelando para la historia:
Un 9 de octubre de 2013 los homo sapiens literariensis ya conocían el fuego de las palabras y sabían que debían conservarlo.
José María Herranz había hecho el descubrimiento de la música asociada a la palabra y quería mostrárselo a los demás homo sapiens. Para ello había preparado la presentación de su disco de poesía sinfónica “Amargo despertar” en el Ateneo, una Caverna milenaria donde se reunían hombres primitivos literariensis de todas las tribus conocidas para disfrutar de los últimos hallazgos literarios. La presentación de José María sería el día 11 de octubre.
Aquel nueve de octubre dibujó para los demás las señas de aquel evento. Y a raíz de aquello empezó a conversar con María Antonia Copado del éxito de lecturas y libros. Ayer en Granada, mañana Madrid. Para saltar sin continuidad a tratar el tema del sexo.

Hace 50.000 años el hombre primitivo ya conocía el sexo. Y hace dos días seguía ocupando el centro de interés de sus palabras y reuniones.
Aunque antes llegó la inevitable conversación sobre política. Los hombres primitivos de hace 50.000 años quizás vivían mejor sin ella. Y cómo no hablar sobre Femen España, amazonas a torso descubierto. Cómo no hablar sobre la corrupción de aquí o de allá. Corrupción en mayúsculas, al fin y al cabo. Pero que está más allá de esta caverna del Ruiz. Fuera. Lejos.

Porque afortunadamente los homo sapiens literariensis viven, sobreviven, en la búsqueda literaria. Y algunos cazan relatos y poemas para sobrevivir. Tienen que ser inteligentes pues es difícil este tipo de caza. María Antonia Copado nos trae uno titulado “Última visita” que deja a los primitivos un buen gusto con su sabor final: “…Mujer de mi principio”.
Sin embargo los homo sapiens literariensis vuelven a dibujar el sexo en la pared de la cueva del Ruiz: “La culpa asociada al sexo ahora es menor”, “Hemos pasado de un extremo a otro: Antes no toques al otro y ahora tú sé libre y permisividad total…”, “Y no solo somos un cuerpo sino que también somos sentimientos y emociones”, “Hablamos de sexo dando por hecho que todos tenemos las mismas necesidades y hacemos plantillas y hay muchos matices, cada uno es cada uno”, “Ahora no hay una educación sexual clara”, “Tiene que haber una formación fisiológica más clara”, “El sexo en la adolescencia está dominado por la angustia y el despiste”.
Como dice José Antonio Marina, homo sapiens sapiens cuya fama ha recorrido todas las cavernas: “Para educar a un niño hace falta una tribu entera”. La frase no es suya pero la repite bastante.
Rascamán es la tribu elegida libremente por nuestros cavernícolas protagonistas. En esta cueva se habla de la sexualidad en África, donde hay más naturalidad, y en Los mares del sur de donde hablarán los libros. Porque lo grupal ampara al individuo y no se puede separar la sexualidad de la economía y la familia.
La pared de la caverna del Ruiz se va pintando y pintando de dibujos asociados al sexo. Los homo sapiens literariensis no paran de mover la boca para algo más que para comer raíces de patatas fritas. No han logrado domesticar a la palabra y salta de uno a otro sin descanso. Pero lo hacen de forma ordenada y en perfecta armonía, han descubierto la coreografía de las buenas tertulias. Están admirados por sus propiedades curativas. Todavía no se ha descubierto la campanilla porque no les hace falta.
Algún que otro homo sapiens literariensis es un homo nómada e ilustra a los demás de los contrastes encontrados entre diferentes tribus. En África, les dice, ven 32 verdes diferentes y nosotros, nosotros solo vemos seis. Ellos tienen una sutileza para integrar al individuo que este homo sapiens no ha visto en otra parte, pero en cambio persiguen al homosexual ferozmente.
El tabú, la bula (que ya salía en El Lazarillo de Tormes), el lenguaje no verbal, la riqueza de la diversidad de sociedades son algunos de los temas que se tratan.
María Antonia Copado, Juan Antonio Arroyo, Paco Fenoy, Alberto Torres, Carlos Ceballos, Alma Pagés sosteniendo una tertulia que lejos de ser primitiva habla de tribus y adolescentes, de sexo y educación.
Hasta que de nuevo en la cueva del Ruíz, la tribu de Rascamán vuelve a la cacería. Y Carlos Ceballos, alias “Carlos Yasabe” caza un poema sin título que comenzaba: “Hoy he vuelto a encontrarme con Arturo…”. Un poema extenso donde se aprecia que los hombres primitivos también eran cultos y leídos. A continuación Juan Antonio Arroyo les dice que sabe de algún lugar donde hay abundantes vegetales y plantas. Y para mostrárselo les deleita con un poema recolectado del libro “Puente de Hielo” de Jorge Reichmann.
Paco Fenoy, un homo sapiens literariensis que habla un fenoyés cada vez más transparente para sus vecinos de caverna, lee un poema a propósito de Saturno. “Al tiempo no se le vence, se le domina si conoces el pasado y el futuro”.
¿Pero porque no seguimos hablando de sexo? Dice uno de los hombres primitivos. Y es entonces cuando se habla de ídolos de piedra venerados y odiados pero de todos conocidos, como Dalí, o Pessoa, o Wharhol, o incluso Hitler. Todos ellos, parece ser, compartirán alguna que otra característica sexual distintiva.
“Intercambios de fluidos” y “Noches de cuchillos largos”, poemas y palabras.
Carlos Ceballos, caza de nuevo para el grupo, ahora les trae un difícil ejemplar: “Bifronte y deterioro”. Entre todos intentan cocinarlo porque tiene la piel dura y resistente, es un ejemplar oscuro. Después de un rato intentando trincharlo con las rudimentarias herramientas que cada uno de los homo sapiens literarienses lleva, el autor de la cacería se guarda su pieza con éstas palabras: Cómo dijo el poeta Enrique Gracia “Porque esté claro un poema no es bueno, porque sea oscuro tampoco”.
Los homo sapiens literariensis de la tribu Rascamán reunidos hoy están de acuerdo en que hay poemas para ser leídos y otros para ser escuchados, hay piezas cazadas que uno saborea con olerlas y otras que tiene que digerir masticándolas despacio.
Amelia Peco está trabajando en la piel de un animal cazado hace tiempo, un poemario titulado “Para el amor y el fuego”. Quiere mostrárselo al grupo antes de hacerlo público gracias a una editorial extremeña.



Tertulian, leen, escuchan versos los homo sapiens literariensis al abrigo de las palabras. La bitácora se ha ido cincelando llena de hallazgos mientras van llegando las nueve.

Rascamán es la tribu elegida por siete u ocho individuos que se acercan hasta la caverna del Ruiz en una tarde de octubre. En ese rincón los homo sapiens literariensis pueden protegerse de algunas especies de depredadores. En torno al fuego de la palabra comparten y enriquecen al resto con los frutos de sus recolecciones literarias o humanas. Ha sido una tarde sosegada pero provechosa.
Rocío Díaz, José Mª Herranz, María Antonia Copado, Juan Antonio Arroyo, Paco Fenoy, Alberto Torres, Carlos Ceballos, Alma Pagés, Amelia Peco y Mª Jesús Briones. Ocho ejemplares homo sapiens literariensis cuyas sombras llegan hasta hoy, cuyas voces guardan aquí sus ecos.

Fuera, lejos, quedan las glaciaciones y la rutina.


11 Octubre 2013
Rocío Díaz Gómez

lunes, 14 de octubre de 2013

4ª Jornada/VII año: Miércoles, 2 de octubre de 2013

Joselyn Almeida

1. AIRES DE MASSACHUSETTS
(Del diario de Joselyn Almeida)

por Federico Monroy


Aires de Massachusetts son los que llevé al Café Ruíz. Cuando León me invitó a la tertulia de su grupo de amigos, no pude sentirme más dichosa. La entrada en la sala me recordó aquella vez donde estuve en el condado de Holmes, visitando una amiga que pertenecía al grupo de los amish, esa comunidad de personas que defienden la sencillez y la unión. De hecho, me sentí transportada, en las tres horas que duró la tertulia, a su casa –en respuesta a la invitación que yo le hice en su momento- donde se reunía una tarde con su extensa familia; su amabilidad, la calidez con la que me acogieron, sus lecturas ante la gran mesa central, y su diálogo sobre diversos temas, fueron para mí un verdadero honor que les debo.

Me pidieron insistentemente que leyera un poema. Eran todos muy amables. Leí “Sin título”, pero yo les aclaré que venía a conocerles, a profundizar más sobre su modo de vida, y que me sentía sumamente halagada de tenerles cerca. Les dije que nací en Puerto Rico, y que viví en Uruguay. Que me fui a Nueva York, pero que actualmente trabajo en Massachusetts, y que me siento, ante todo, madrileña…Me preguntaron cuál era mi interés, y yo les dije que mi interés era privado. Eso sí, atendiendo a la llamada de León, quería reivindicar la cultura del poeta y su lengua, y que venía a escucharles.

La mayoría de los hombres que allí había, tenían barba, como correspondía a su comunidad, pero me sorprendió que José María no la tenía. Su porte, alto y elegante, no podía ser más clásico, y sus ademanes, eran escuetamente sencillos. (Y apunto en mi diario un verso suyo pleno de connotaciones románticas: “Hacemos el amor en un banquete que nadie celebró”).
Amparo era humilde y habladora; vestía a la usanza de las mujeres del condado, con unos broches y ojales que cerraban su vestido por la parte delantera, sin botones. Leyó un poema delicado que me encantó, que hizo en una época, según dijo, en la que estaba estudiando a Anderson. Dicho poema –publicado en una revista literaria del condado- se titulaba “El Cazador”, (y escribo dos apuntes breves en torno a él: “Ferocidad blanca” y “El latido del miedo”).

María Antonia era una mujer de gran personalidad, pero a la vez, sumamente sencilla y natural. Llevaba un vestido de otras manos, con un delantal blanco anudado en la cintura y una capa marrón sobre los hombros. Con su abanico de tela, me sorprendió la vida que llevaba, lo mucho que la querían y que no dejaba indiferente a nadie. Era la sencillez llevada al otro extremo, aunque también le gustaba, “estar alrededor de la mesa, con florecillas sobre el catafalco”. Leyó un poema titulado “Parece”, (y apunto ante todo dos versos suyos: “Por fin llueve en la pradera” y “Me sosegué aquella mañana”).

Paloma, por su parte, era liberal, extrovertida, vestida con tonos uniformes; llevaba un sombrero gris coqueto que se había quitado y puesto sobre la mesa. Lo suyo era el micro relato, y nos leyó con sabiduría uno desde su ordenador portátil, aparato electrónico que la propia comunidad de los amish rechazaba, pero que, no obstante, usaba en contadas ocasiones. Me gustó su historia sobre una adolescente que dejó aparcada su afición a la lectura de fantasía, por una diversión mundanal y solitaria. (Copio en mi diario el título de su micro: “Turbulencias”).

Javier ocupaba un lugar central en torno a la mesa, y vestía de oscuro. También había dejado su sombrero calcetín negro sobre la mesa. Nos comentó su viaje reciente a Portugal, con motivo de una concentración de poetas, junto a algunos compañeros. Su voz era cálida y serena, y se notaba que mi visita le había suscitado algún recelo. No obstante, le agradecí que me acogiera en su casa, y que aquello era en respuesta a la invitación que le hice a mi amiga. Le dije que impartía clases del Romanticismo inglés, y se le iluminó la cara.  (Apunto en mi diario lo que leyó: “Nuestros ángeles sobrevuelan la desembocadura de los ríos” y “Puerta de humo”).

Juan Antonio viste con pantalón negro y camisa blanca, sencillo, y me pareció un ser cordial y agradable. Lee con autoridad, aunque con pausas, un poema extenso, que reivindica las “Minorías”, aunque otro componente de la tertulia, David, sugiere el cambio a “Mayorías”. Habló de las víctimas en general, con una sencillez innata a la hora de recitar y decir. (Me quedo con un verso suyo que se imprime con fuerza en mi diario: “Que triunfen los colmillos, que los reyes abran libertades”).

León era el típico habitante de Holmes. En él todo era tradición, cultura, humanidad. Llevaba una capa de color almendra sobre los hombros que no se quitó en ningún momento, sus gestos eran el de un gran hombre con dominio de la situación, de la realidad, y su barba, el alma de la familia. Profesaba un gran amor por las letras, y le agradecí profundamente su comentario a poemas de Emily Dickinson, poeta por cierto, maravillosa y cuya casa estuvo –sigue aún- a siete cuadras justas de la mía. (Escribo: “Morir por la belleza”).

Paco, por su parte, era un amish afable y culto.  Gustó su disertación y su calidez, y me habló sobre el libro que estaba escribiendo, el cual giraba en torno a dos personajes: Rufo y Fabiano. (Me tengo que ir de improviso. Se me hace tarde. Me despido de mi amiga y su familia. En el trayecto de vuelta a casa, me sorprendo a mí misma escribiendo unos versos: “Luz y sombra acogen la cita”).



María, Alma, Isabel y María Jesús. Anoté sus nombres en otra parte del diario, y sus voces resonaron a “capella”. Tuve constancia de ellas después, por lo que dijeron y su profundidad, aunque ahora sus poemas están desordenados en mi mente. “Ahora, al fin, llegaste”, “En qué momento pierde el verbo en infinitivo sus formas irregulares”, “Apalache para qué” y “Nada Max, nada”. Ah, y David –narrador como pocos- recomendó al final un libro titulado “Crematorio”, de Rafael Chirbes, Salgo del Café Ruiz emocionada. Gracias, poetas, por ser tan maravillosos.

7 de octubre de 2013
Federico Monroy











2. POSTDATA
(Del diario real de Joselyn Almeida)

por Joselyn Almeida

Cuando ya se había marchado de Madrid y viajaba por otros lugares de España, esta viajera en busca de poesía recordó a los poetas de Madrid, y les dedicó la siguiente composición como señal de su deseo de volver a verlos en la ciudad donde sintió que ellos luchaban con sus versos, palabras, y comunidad para proteger el afán de la vida contra la desesperación roedora y la crisis que amenazaba a todos con desesperanza. Aunque perdieran batallas, ella confiaba que seguirían insistiendo en la capacidad del espíritu humano para vivir y enfrentarse a la violencia y la soledad --y que serían testigos, como en el caso de la poeta fallecida a quien no pudo conocer, que la vida de cada uno es importante y que la lucha por darle sentido y belleza la existencia nunca es en vano.


el desvelo de la alegría
 a los poetas de Madrid

no sólo de niños la alegría desbordante
que se desvela anticipando el regalo matutino
sin temor al insomnio o a la oscuridad
y pregunta ¿ya es hora? con ojos entreabiertos

mientras se dilata el tiempo, pinta esta alegría
paisajes incandescentes sobre la negrura
peces de madreperla y pájaros de ámbar
ríos centelleantes, bosques de verde eléctrico

que brillan en el silencio de la hora por venir,
la música de su instante sólo en nuestras voces
cuando llegue, ahí estarás tú y yo para verte
salidos como dioses de un cuento de la noche

 © Joselyn Almeida


17 de octubre de 2013
Joselyn Almeida

domingo, 13 de octubre de 2013

3ª Jornada/VII año: Miércoles, 25 de septiembre de 2013



LOS JUGADORES DE AJEDREZ


Hoy nos reunimos todos, para jugar al ajedrez. Despliegue de estrategias para ganar la partida. ¿A quién? Al desánimo, en la lucha por mantenernos ahí, a veces peones, otras inconmovibles torres. Pocas veces, alfiles diestros en patinar por la diagonal, que nos hace sobrellevar las fintas y trampas del poder.

Con la poesía o el relato, quizás, seremos caballos que, en piruetas impredecibles, evitemos el peso de la rutina, la desgana o el desasosiego.

¿Y qué decir de nuestro intento por transformarnos en reinas? Esa que aprende a moverse adecuadamente en cada situación, baila en la diagonal, puede atacar como la torre, (convirtiéndose en máquina de guerra, cuando es necesario), protectora del rey, y tan generosa, que a veces, cuando su propia muerte la lleva a despedirse del tablero, cede su cargo a un humilde peón.

Así que,  sentados todos ante el damero, escuchamos  a Juan Antonio que nos trae a Pessoa, y sus "Jugadores de ajedrez", como un juego en el que la lectura del poema, debe suscitar en cada uno de nosotros una respuesta. (Es una de las actividades propuestas en una de las  últimas tertulias).

Y LA ODA 28 DE RICARDO REIS, salta a la palestra. Lenguaje, en cierta manera, mítico (descripciones de los grandes desastres de la guerra) nos acerca a los dos jugadores que, prendidos en la red de araña de sus estrategias, no pueden salir de su burbuja para atender a los terribles acontecimientos de su alrededor.

María afirma que estos jugadores son gente especial. No todo el mundo puede desarrollar un juego para el que son necesarias claras aptitudes intelectuales.

Fenoy apunta que la actitud de los jugadores es pasiva ante la situación. Rotundamente nihilista.

Claros desacuerdos entre todos. 

Carlos habla de los heterónimos de Pessoa. Y esa partida constante entre ellos, como manifestación literaria  del autor. Entiende que significa una búsqueda constante de la serenidad, como aproximación a la felicidad, y cita LA TEORIA DEL QUIETISMO, de Miguel de Molinos.

Pero Alberto dice que los jugadores caen en la injusticia, al no atender a las desgracias de la humanidad que les rodea.

David se opone al nihilismo del que habló Fenoy. Para él, el desasosiego de los ajedrecistas es quizá el escudo que los sustrae de lo que les rodea.

Y yo me pregunto: ¿No utilizamos la Literatura que conocemos o creamos para escapar de la realidad?

David resalta que el no hacer daño a los otros ya representa aportar nuestra ayuda para resolver muchos conflictos de la realidad.

Alberto señala que el culto a la belleza, en Literatura o Poesía, no tiene que estar reñido con la denuncia o el compromiso social.

Pregunta de Carlos: Los heterónimos de Pessoa ¿se llevan bien entre ellos?

Y María aclara que, para ella, estos personajes son las diferentes manifestaciones de la personalidad del escritor. Puede que él trate, de esta forma de sublimar su patología mental. Sacar los entresijos de su individualidad para lograr un cierto equilibrio, al manifestarlos ante los otros.

Juan Antonio destaca que no podemos existir como individuos si no tenemos conciencia de pertenecer a un grupo. Y las dos facetas, la individual y la social, van siempre unidas.
Lo individual, en sus manifestaciones artísticas, elige siempre grandes temas.

Y Carlos manifiesta que son siempre los mismos temas.

David: ¿Pero qué mueve a la gente a escribir?

Jose León: Para mi, siempre dos: el amor y la muerte, con sus variaciones.

Pero son las diferentes formas de tratarlos los que distingue a unos autores de otros, según María.

Se cita cómo trata Antonio Machado la monotonía, con repeticiones, cercanas al goteo constante de la lluvia  que aborda en ese poema.

Hay cambios cuantitativos en los temas, sobre todo después de las guerras mundiales contemporáneas, porque una vez terminadas, se producirá una gran evolución en los aspectos políticos y sociales, que a su vez,  generará nuevas formas de expresión y prolijidad de contenidos.

Por supuesto, después de cada guerra hay una revitalización, una vuelta a la vida después de tantas muertes. Todos estamos de acuerdo con José León.

Aparición de ismos, manifiestos. románticos, comunistas, en la pintura, etc. Y de nuevo Carlos remacha la descripción de las nuevas olas que llegan hasta hoy.

Las revoluciones también son semilleros de nuevas tendencias.

Fenoy provoca así una pequeña disertación de José León acerca de los movimientos culturales, a tenor de la 2ª República en España.

Claro, la república aporta un movimiento ilusionante en nuestro país, señala Carlos.
Todas las guerras del siglo XX: Indochina, Vietnam, Argelia, producen importantes cambios de la conciencia social y colectiva y las nuevas escuelas poéticas y literarias se multiplican.

José León recomienda "CARNE DE FIERAS",  una película que muestra aspectos importantes de nuestra 2ª República.

Y por supuesto, cambian también las claves del humor y  José León nos  lee un fragmenteo de "HARPO HABLA" un testimonia autobiográfico de uno de los hermanos MARX. Pleno de alegría de vivir en la época entre las dos grandes guerras, cuando en la escuela no se enseñaba a sobrevivir en la calle, y los grandes placeres de los niños eran las festividades populares y las tropelías que cometían,  ellos,  los pequeños delincuentes...  


María continúa, añadiendo que parece que cuanto más pobres son los orígenes de los artistas más brillante es su trayectoria creativa. Claro que todo esto puede constituir una leyenda, y por eso hay algunos artistas que se inventan una infancia de superviviente.

Y María nos recitó su poema "Y se presentaron".

Y así va transcurriendo nuestra particular partida de ajedrez. Paco Fenoy nos habla de su particular reina: "Inés" en que se describe una brillante batalla erótica, dentro de los relatos de Fabiano. Su heterónimo preferido.

Y Leo llega, para participar en esta tertulia de estrategias poéticas tan diferentes. 

Otro poema singular es el que nos trae Amelia, la pintura sustituyendo a la palabra, un nuevo camino en su trazado creativo.
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Vicente, que es el especialista en elegir esos segmentos extraordinarios de la Literatura norteamericana, nos ofrece una lectura de Gilles Deleuze, poeta y filosofo, muy relacionado con Lacan y los pensadores del siglo XX, y dentro de la órbita del análisis lingüístico. Recomienda la lectura de "Los signos en Proust" y aunque en ensayo, tiene un hermoso segmento en el que habla, muy poéticamente, de los ojos de la mujeres. 

Carlos habla también de "Drakuin" y su vocabulario guerrero.

Y terminando con esta tertulia, David nos lee unas líneas de "Crematorio", de de Rafael Chirbes, una crónica de la burbuja inmobiliaria. Ha leído unas líneas en las que se presenta la figura del padre de los protagonistas, y de sus valores. Algo relevante en una obra en que se describe la envidia entre hermanos, la fragilidad, la falta de empatía y la corrupción en un presente tan cercano al nuestro.

Parece que entre todos: José León, Juan, María, David, Paco, Alberto, Carlos, Vicente, Leo y yo, hemos sacado al rey, esa figura inamovible casi, la realidad en su enroque cotidiano. 

Y sobreviviendo todos, como ágiles figuras de ajedrez, no para olvidarnos de ella, sino para superarla.



Cinta Rosa Guil Redondo
1 de noviembre de 2013

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sábado, 12 de octubre de 2013

2ª Jornada/VII año: Miércoles, 18 de septiembre de 2013

Javier Díaz Gil y Alberto García Teresa

El poeta Alberto García Teresa en la Tertulia Rascamán


En este segundo encuentro oficial del curso 2013-2014 de la Tertulia Rascamán tuvimos la suerte de tener entre nosotros al poeta Alberto García Teresa.
A este encuentro con el poeta acudimos María Juristo, Rocío, Javier, Aure, David, Isa Morión, León, Paco Fenoy, Feli, Cinta, Fede Monroy, Jorge Díaz Leza, Jose Mª Herranz, Alma, Carlos Ceballos, Isabel Blanco, Carmenfron, Paloma Sánchez, Vicente, Leo y Amelia Peco.

Un grupo de rascamanes dispuestos a disfrutar de una velada memorable.
Presento a nuestro poeta invitado, tomo de su página web su referencia bibliográfica:

Alberto García-Teresa (Madrid, 1980) es doctor en Filología Hispánica con una investigación que, ampliada y revisada, ha dado lugar a Poesía de la conciencia crítica (1987-2011)(Tierradenadie, 2013). Ha sido coordinador de la revista de crítica sobre ficción especulativa Hélice, codirector de Jabberwock, antología anual de ensayos sobre literatura fantástica, y redactor jefe de la revista Solaris. Ha escrito y escribe crítica literaria y teatral en diferentes medios: los periódicos Diagonal -en el cual ha coordinado la sección de «Libros»-, El Viejo TopoViento Sur,cntGigameshPrótesisCulturamas -donde ha dirigido los contenidos de poesía-, Artes HoyRebeliónEspéculoCastilla. Estudios de literaturaLa República CulturalAriadna-RC,BibliópolisCrítica en la red o Prospectiva, entre otros. 

Es autor de los poemarios Hay que comerse el mundo a dentelladas (Baile del Sol, 2008), Oxígeno en lata (Baile del Sol, 2010), Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas (Umbrales, 2012) y Abrazando vértebras (Baile del Sol, 2013), así como de la plaqueta Las increíbles y suburbanas aventuras de la Brigada Poética (Umbrales, 2008), Premio Ignotus a la mejor obra poética de contenido fantástico editada en 2008, de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror. También ha publicado el libro de microrrelatos Esa dulce sonrisa que te dejan los gusanos (Amargord, 2013). 

Sus poemas han sido traducidos al inglés, al francés, al serbio, al rumano y al macedonio. 
Ha coordinado ciclos de recitales y acciones poéticas para diferentes espacios (Traficantes de Sueños, La Marabunta, La Libre de Barrio...)

 Después de leer la reseña pregunta Leo que si le da tiempo para comer y dormir, Alberto se ríe. Nos cuenta que trabaja en la Biblioteca "Villa de Vallecas".
Nos habla de su relación con la Filología y la decisión que tomó de hacer una tesis sobre la poesía social. A raíz de un accidente que sufrió hubo posibilidad de disfrutar de una beca para estudiar y se matriculó en la UNED en un máster para hacer el doctorado.

"Poesía de la conciencia crítica" era su proyecto. El poeta Matías Escalera Cordero le propuso publicarlo en la editorial "Tierra de Nadie". En el libro aparecen reseñados 65 autores. La tesis le llevó dos años y medio pero ya llevaba unos años anteriores de estudio sobre alguno de ellos.

Pregunta Paco Fenoy: ¿la poesía de conciencia crítica lleva una carga política?
Resume Alberto García Teresa algunas caracterísitcas de lo que entiende por poesía de conciencia crítica:

- heterogeneidad formal
- el conflicto social surge desde dentro del poema
- se pueden tratar temas sociales tratando otros temas: un poema de amor cambia dependiendo de la situación social.

"Poesía de la conciencia crítica" es una etiqueta que se pone a una corriente concreta. Este nombre, el primero que lo registró fue Manuel Rico.
Todos los escritores se cuestionan su posicionamiento frente a la realidad y en general es manifiesto su activismo. Alberto García Teresa cita a Jorge Reichmann que defina la poesía como una navaja multiusos.

En este libro aparecen autores como el propio Jorge Reichmann (que nos visitó el pasado 13 de marzo de 2013), Isabel Pérez Montalbán, Enrique Falcón, Antonio Orihuela o Antonio Crespo Massieu.

Diferencias frente a la poesía social de los 50, es que ahora se juega a cuestionar, a desestabilizar, no a decir "esta es la verdad".
Descubro, hojeando el texto, que Francisco Fenoy, nuestro compañero de Tertulia, aparece en el libro y se sorprende Alberto de encontrarlo aquí. No se conocían personalmente.

Cerramos los comentarios sobre su estudio y le pedimos que nos lea sus poemas. Ha traído los libros que ha publicado hasta ahora.

Empieza leyendo del publicado en 2008, "Hay que comerse el mundo a dentelladas", 
Su poesía se enmarca dentro de la conciencia crítica, nos dice. Nos lee el poema que da titulo al libro y que podemos escuchar y ver en el siguiente vídeo:


Cuando estás recitando, dice, no puedes olvidar que estás transmitiendo tu poema, y debes recitarlo saliendo con "el texto de las tripas".
Hablamos de las lecturas de poesía apoyadas en la música y hablamos del disco de José María Herranz, "Amargo despertar" en el que lee sus poemas acompañado de música compuesta por Andreu Jacob ex profeso para cada uno de los poemas.
Carlos Ceballos comenta que si el poema tiene un ritmo fónico comparte con la música la base rítmica y podría casar con la música. Si es un ritmo basado en pensamiento, en paralelismos, etc. sería difícil casar música y poesía.

Alberto nos lee ahora de sus segundo libro, de 2010, "Oxígeno en lata", nos aclara que el título surge porque una empresa empezó a comercializar oxígeno en lata. Hay dos temas desarrollados en este libro: la poesía vitalista y la poesía social.

Nos lee los poemas:

- ¿En qué instante comenzamos a perder la mirada?

- Tengo hambre.
y nunca nadie fue capaz de abrazarle.

Dice Alberto que la felicidad más intensa está en el momento previo a conseguir el deseo. En los umbrales está la felicidad.

Turno ahora para su libro de 2012, Peripecias de la brigada poética en el reino de los autómatas".
Utilizando versos, la abrigada poética intenta luchar contra la prisa, el control social, etc.
Dos de los poemas de ese libro los hemos recogido en el siguiente vídeo:


Hay un blog donde cuelgan estas acciones: asociacionumbrales.blogspot.com y también están en Facebook: "Brigada poética en acción". El objetivo es cortocircuitar el no-pensamento de la gente.  
Alberto nos ha traído un regalo de la brigada poética. Se trata de poemas-globo Nos dice: hasta que no lee insuflas aliento, la idea, las palabras no toman forma. Pueden poner los pelos de punta y durar mucho más tiempo. Nos reparte globos a todos que inflamos para descubrir los versos que encierran. 
El último poemario publicado hasta la fecha es de 2013; Abrazando vértebras, es del que está más satisfecho, nos cuenta. Recoge textos escritos también antes del primer libro. Le interesa que los poemas terminen con un punto climático. Jugar con la rima procura automatismos, tiende al romance o a cerrar los poemas con una par de versos rimados aunque no haya rima en todo el poema.
Sigue el vitalismo no exento de parte crítica y la idea expresionista.

Nos lee de ese libro dos poemas:
- "Deudocracia"
- "Río congelado".

En este libro tiene un poema "cooperativo" con huecos en blanco para que lo complete el lector.

Comentamos que una poesía vitalista es anticapitalista.
Se abre un turno de comentarios: Cinta, Carlos, Jorge, Aure...

Jorge afirma que la generación del 50 añade a u experiencia su vivencia social. Pregunta: ¿hay unión entre la generación del 50 y los de la conciencia crítica?
Responde Alberto que la generación del 50 supuso una ruptura con unos clichés más gastados. La conciencia crítica tienen un posicionamiento vital y ético mucho más potente de denuncia que la generación del 50.

el poeta no es un ciudadano especial, es uno más pero tiene la responsabilidad de mostrar su pensamiento crítico.

Alberto García Teresa ha publicado un libro de microrrelatos en 2013: Esa dulce sonrisa que te dejan los gusanos. Le interesa el microrrelato por la capacidad de abstracción, debe tener un movimiento dentro, un desarrollo narrativo, la capacidad de evocar.
Un género que es encuentro entre la poesía y el relato. En este libro hay relatos desde 2004.

Alberto García Teresa perteneció a una Tertulia: SATAFI, que quería dar cierto peso crítico a la literatura fantástica y a la ciencia ficción.
Hago referencia a que nuestro compañero León en los años 80 publicó algunos libros en una Biblioteca de misterio y terror.

Nos leer Alberto el texto "Conocimiento", que dice así: "Sé que tú puedes hablar con los muertos. Lo que desconoces es que yo no puedo hacerlo con los vivos".

Después nos lee: "Ahoracados", "Reencuentro", "El taxidermista", "Pinturas", "Música" y dos micros poéticos: "Caminantes" y "Huecos".

León pregunta por los autores de terror que le interesan. Lovecraft y Maupassant, responde.
Para León, su favorito es E. A. Poe.
Hablamos del terror clásico. Era el monstruo que estaba fuera el que producía terror. Ahora es el monstruo que hay dentro de uno que acaricia a sus hijos y besa a su mujer pero luego es un nazi que extermina cientos de personas.

Ahora Alberto está trabajando en un poema río de unos 500 versos.
Le preguntamos que si escribe un libro poema a poema o primero son los poemas y luego terminarán siendo un libro.
Él escribe poemas que terminan conformando un libro.

Nuestro invitado ha participado en festivales internacionales de poesía: Macedonia, Serbia, Rumanía.
Nos habla de algunos poetas que le impactaron y de los que nos pasó referencias de poesía nórdica y macedonia, al día siguiente por mail:

Os paso las referencias a algunos autores de los que hablé ayer.

Por un lado, este es la estupenda antología de poesía nórdica traducida por Francisco Uriz:


El poeta macedonio que os recomiendo encarecidamente. Se trata de "Lo que dijimos nos persigue". Aquí va la reseña que escribí del mismo:
Algunos poemas de ese volumen han sido publicados en Círculo de Poesía, y se pueden leer aquí:http://circulodepoesia.com/nueva/2013/03/poemas-de-nikola-madzirov/

Finalmente, el poeta árabe que me cautivó al oírle recitar es Mohamed Abid. No hay nada en castellano, creo.
Ya estamos cerrando la Tertulia de hoy. No dejamos que se marche sin agradecerle su visita y preguntarlo por los poetas actuales que le gustan. Tomamos nota: Rafael Pérez Estrada, Esther Ramón, Vanesa Pérez Sauquillo.

Estamos todos de acuerdo en que esta tarde de miércoles en el Ruíz será memorable.

Os dejo con algunas fotos de la Jornada.

Javier Díaz Gil
13 de octubre de 2013









Imágenes de la tertulia protagonizada por Alberto García-Teresa